INSEGURIDAD: Comentario al post de Luciano: Frutas robadas en las verdulerías de Wilde

Me resultó interesante y me inquietó el post de Luciano

(http://desiertodeideas.blogspot.com/2009/11/frutas-robadas-en-las-verdulerias-de.html)

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Tengo diferencias con algunas de las afirmaciones

1) Inseguridad: no sé si en realidad es una categoría o es como “la gente” que ahí sí estoy segura, no lo es.

2) Lo que sí existen son los delitos y lo que se puede conocer al respecto son estadísticas rengas porque se hacen sobre los denunciados. Las encuestas de victimización son también relativamente confiables

3) Parecer que la cuestión quedara restringida a un diálogo entre los medios monopolizados y la reacción del Estado frente a los problemas planteados fundamentalmente por ese grupo hegemónico. Así entonces, la discusión se centra en la capacidad del Estado para reprimir y confeccionar un sistema de control social eficiente que pueda controlar la actividad delictual en supuesta expansión. Esta mirada restringida revela que la estrategia criminológica del Estado se encuentra desvalorizada en relación a otras políticas públicas lo que termina expresándose en la confianza desmesurada de la opinión pública – y de algunas autoridades- en las respuestas puramente represivas

4) El refuerzo argumental de que “a Patti no lo vota la derecha, lo votan los pobres” lo único que muestra es que perdimos la batalla cultural.

5) “Pero el hombre político, el que gobierna, tiene que ponerse por encima de su verdad política íntima y tomar las decisiones que mitiguen el reclamo y a la vez no perder poder político” ¿Se toman las decisiones para mitigar el reclamo? Pero ¿qué se reclama? Una respuesta desde el dispositivo penal que solucione el tema y ESO NO EXISTE. ¿El pragmatismo indica actuar por encima de la concepción política e ideológica? Parece justificar el siniestro manodurismo que intenta recuperar terreno desconociendo que además de abrir la puerta a los “excesos”, no sirve.

6) No coincido con la lectura de lo que motivó el abucheo a Blumberg. Le decían que no estaban haciendo “política”. La política es la mala palabra, no el derechismo de Blomberg

7) Tenemos problemas con la actividad delictual como tantas sociedades. Hoy hay menos homicidios que en los noventa, a pesar de lo que repite la usina mediática. Pero la violencia delictual está entre nosotros. Artemio hace un post duro, muy duro, que también debería ser un disparador: http://rambletamble.blogspot.com/2009/11/esa-ola-ira-creciendo-cada-dia-que-pase.html

8) Darío Melossi dice que en cada sociedad, el comportamiento criminal representa a menudo la exasperación, desviada por los medios pero no por los fines, de las relaciones sociales y de las prácticas que le son características. Esto significa que las relaciones de fuerza que están ya presentes socialmente, más que revertidas, se ven exasperadas por el crimen, al contrario de lo que pretendía cierta retórica rebelde a la Robin Hood, entre los años sesenta y setenta. Las víctimas son muy a menudo los más débiles, y la única defensa de los débiles es la asociación en un poder público que los represente y actúe por ellos. Que tal poder público en muchos países y en muchas épocas se haya mostrado incapaz de responder a la pregunta de quién custodiará a los custodios, no puede hacernos desistir del reclamo, y es necesario imponer, por el contrario, que tal poder sea un servidor fiel y obediente, listo para defender la vida asociada de los miembros de la sociedad en las formas y con los medios que éstos se den democráticamente. Es extremadamente dudoso que esta defensa pueda realizarse con el instrumento del derecho penal.

Por Anahí Fernández

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